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La Bodega de Los Secretos, cocina mediterránea entre cuevas

En esta ocasión vengo a hablarte de mi experiencia comiendo en la Bodega de Los Secretos, un restaurante ubicado en el centro de Madrid y que destaca por su cocina mediterránea.

El sitio se encuentra en la calle San Blas 4 (Madrid), un poco «escondido» justo detrás de la calle Atocha.

El lugar es muy original, y tiene una arquitectura única ya que el restaurante con sus mesas se encuentran en unas cuevas del centro de Madrid.

Cuando se construye la Bodega en el siglo XVII se crean unas galerías en las que se disponen espacios a cada lado denominados “Hornacinas”. 

Me llamó mucho la atención cuando entré (tendrás que bajar unas escaleras hasta ser recibido por el personal) la forma de distribución de las mesas, ya que parecen «mini reservados» con bóvedas propias que le dan un toque de privacidad e intimidad muy original, ideal para parejas, amigos o incluso grupos algo más grandes.

En nuestro caso éramos cuatro personas y entramos en una bóveda como la de la imagen superior, donde los asientos son espaciosos, cómodos y realmente te dan un toque de privacidad.

El lugar por dentro tiene una iluminación suave, casi romántica o privada, y donde apenas se escucha el ruido de las otras mesas, ya que las cuevas le dan ese toque íntimo que lo aísla.

En cuanto a la comida, decidimos pedir de carta, primero, un par de entrantes a compartir que fueron el «Tomate a tope: Ensalada de ventresca con 4 variedades de tomate» y «Dúo de tartar de bonito Japonés y Mexicano». Los dos estaban muy ricos, y a mí me gustó mucho el tartar de bonito mexicano.

Y después pedimos un principal para cada uno que fueron: de carne «Rulo de rabo de toro con salsa de garnacha y muselina de patata», dos platos de «Lomo de Pez Mantequilla horneado, con calabacín y emulsión de lima» y «Lomo de Rodaballo al horno, con brunoise de chipirones y verduras». Yo pedí los lomitos de pez mantequilla, y me encantó, aunque probé los otros dos platos, y también estaban ricos (aunque no tanto como el pescado XD).

Y para finalizar, pedimos 2 postres para compartir, que fueron: «Cremosa tarta de queso casera semitemplada» (no es cremosa) y «Tarta tatin de manzana caramelizada y nata de canela» (muy rica).

El precio puedes verlo en la carta, pero en general los precios sobre la calidad de los platos estaba muy equilibrada. Sin duda te recomiendo probarlo. Es un sitio muy original.

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